Gioja le pone fin al esplendor de su decadencia y busca ser candidato a gobernador para fracasar por última vez
Por Ernesto Simón
Ya convertido en el estandarte de la gerontopolítica, el Diputado Gioja, la sombra de su sombra, lo que queda de su decadencia, buscaría volver a ser candidato a gobernador de San Juan.
Tras 12 años de liderar un gobierno marcado por la corrupción y trazado por la ideología más rancia y esclerosada de un peronismo anacrónico, el feudalista José Luis Gioja acaba de anunciar que quiere "ser el próximo gobernador".
Si bien algunos medios vernáculos hablaron de un certero lanzamiento de su candidatura, bien podría tratarse de un exabrupto propio de alguien a quien la edad le ha profundizado sus peores vicios.
Lo concreto es que el Diputado nacional del Frente de Todos, José Luis Gioja, también conocido como El Vale Todo, afirmó en un acto en Rawson que podría lanzarse como candidato a gobernador el 14 de mayo de este año.
"Quiero ser el próximo gobernador de San Juan", fue la frase que dijo el ex gobernador. El latiguillo, la premisa prueba y error se disparó por varios medios que encuentran en el pasado un motivo profundo de nostalgia y deseos de retorno.
Muchos son los periodistas y dueños de medios que extrañan a Gioja. Las razones de esa nostalgia financiera deberían buscarse en las facturas presentadas en Secretaría General durante los 12 años de su Gobierno. Doce años de una bonanza inesperada y generosa, una lluvia de maná proveniente del paraíso peronista, que no es cualquier paraíso, sino que es ese viejo cielo turbio y prometedor de una democracia rudimentaria y una pobreza afianzada en la necesidad de los votantes que se convirtieron en cautivos para siempre.
En otro tramo de su penosa alocución, Gioja dijo: "Siento la necesidad de devolverle a los sanjuaninos y a los peronistas lo que me dieron". De lo otro que habría que devolver ni hablo, obvio, hay cosas que mejor no decir en público.
Razones para no votar a Gioja
Si el incauto lector me preguntara por qué no votar a Gioja, sencillamente respondería por mi pequeña y acaso discutible verdad.
Siempre ha trabajado en esa militancia chica y mezquina, de medio pelo. La coyuntura ha sido su brújula y la condena a los pobres a seguir siendo pobres el resultado de su gestión. El señor y su gabinete multiplicaron a una legión de resignados que ellos mismos sometieron a la eterna espera de que las cosas un día sean mejor. La historia argentina recogerá de Gioja poco y nada, queda el grotesco final y la sombra; la sombra que ya pronto será.
No fue un estadista, porque encerró a San Juan en un proyecto megaminero de empresas internacionales que, una vez que se hicieron de los metales que necesitaban, decidieron partir, recortar personal, dejar todo y buscar otro lugar donde depredar. Un estadista hubiese reconvertido la economía local. Hubiese generado pymes apoyadas por el Estado para que arranquen y den trabajo genuino. Un estadista habría abandonado la anacrónica idea de que sólo el Estado puede dar empleo en la administración pública.
No fue un demócrata, porque censuró a periodistas que no se disciplinaron a sus políticas retrógradas y continuistas del gobierno Bloquista de los años 70 y 80, que a su vez fueron cómplices de la dictadura del Proceso Cívico Militar. Ejerció el poder con virulencia inusitada y bajo el sello de un feudalismo demodé y desacertado, inservible para la democracia.
No fue un buen administrador, porque recibió dinero del Estado nacional como nunca antes un gobierno ha recibido en la provincia, y lo gastó en obras faraónicas sobrevaluadas. Se podría haber hecho el Estadio del Bicentenario, el Teatro del Bicentenario, la parquización de avenida Circunvalación, el Centro Cívico, terminar el Hospital Rawson, todos los barrios, escuelas y centros sanitarios sin sobreprecios.
Dejó una Deuda Pública de 1.500.000.000 de pesos en default sobre un Presupuesto anual de 19.400.000.000 de pesos. Un gobierno de gente decente podría haber hecho un tercio más de lo que se hizo si hubiese evitado desvíos de plata presuntamente destinada a coimas.
No fue limpio con el planeta. Cuando en septiembre de 2015 se produjo el derrame de agua con cianuro de la Mina Veladero, de Barrick Gold, tomó partido en favor de la multinacional y no de los ciudadanos a quienes gobierna. Dijo que la pérdida de agua cianurada no había contaminado y trató de desviar el tema diciendo que quienes denunciaban a la empresa Barrick, de la que él es amigo y compinche, eran activistas de la "oposición política interesados en conseguir unos votos". Le faltó solidaridad con su pueblo, con su tierra y con la ética pública que todo gobernante debería albergar en su interior.
No fue transparente, pues nunca dio a conocer su declaración jurada de bienes. Nunca respondió las acusaciones de haber recibido coimas por parte de la empresa Dallas Airmotive, coimas que fueron divulgadas hasta en el diario The Wall Street Journal.
No fue honesto con su pueblo, porque jamás explicó con transparencia el caso de los sobreprecios a la aseguradora IAPSER, que la Justicia local obsecuente dijo investigar para luego sobreseerlo. En esa operación, para asegurar a los empleados públicos de toda la provincia, utilizó la modalidad de contratación directa y se calcula que los sobreprecios fueron superiores a los 3.500.000.000 de pesos.
Sí fue un gobernador que intentó un régimen feudal, un pretendido patrón de estancia que no ha podido doblegar a gran parte de los ciudadanos y ahora esa marea se le viene en contra.
Visto desde Buenos Aires, fue un político pintoresco y ridículo, alguien con ambiciones desmesuradas y delirantes que soñó con ser presidente y no le dio el fuste. En la Casa Rosada se le reían cuando sus alcahuetes le hicieron un himno grabado por un tenor desafinado y un par de músicos rayanos con el esperpento pueblerino. No es desopilante decir que no fue ni la sombra de la sombra que ya pronto será.
Cuál sería la función de Gioja durante las próximas elecciones
De concretarse la fantasía gerontológica de ser candidato a gobernador, Gioja no dudaría en hacer fuego contra el propio lema de su partido, es decir, contra el otro postulante del Frente de Todos, Sergio Uñac.
Sin embargo, si es que se lanza, los pocos votos que podría obtener Gioja sumarían al lema de Sergio Uñac, vale decir: al Frente de Todos.
Aunque ya todos lo saben, El Vale Todo no se lanza para construir, para sumar. Por el contrario, si se estudia un poco su turbio derrotero, se verá que siempre jugó a trampear, a ser ese sujeto truculento y hostil que busca dividir para conseguir su propósito.
En términos electorales, la candidatura de Gioja podría sumarle chances a Juntos por el Cambio, aunque eso no se podrá saber hasta el 14 de mayo, cuando se comiencen a abrir las urnas para contar los votos.
Y si bien Juntos por el Cambio aparenta cierta calma, el espacio opositor tiene sus turbulencias internas y sus contradicciones propias de la política local.
Orrego ha mantenido su perfil bajo, porque esa actitud siempre le dio buenos resultados. Hasta hace un tiempo atrás, Marcelo Arancibia disparaba dardos envenenados contra el principal candidato de Juntos por el Cambio.
Hoy, bajo un cambio de actitud elocuente, Arancibia busca armar en diez departamentos de San Juan para lanzar su lema que, por lo que se presume, le terminaría sumando puntos a Marcelo Orrego.
Marcelo Arancibia opina que "hay que hacer el esfuerzo de la unidad para ganarle al peronismo". Ya está integrado a Juntos por el Cambio y resta saber si armará o no los diez distritos.
Resta observar qué papel jugará el partido ADN y sus aliados satélites, bajo el comando hábil y sinuoso de José Peluc.
En tanto, la Izquierda planteará en San Juan internas entre el Partido Obrero y el MST. De esa disputa intestina surgirán las listas que llevará la izquierda unida para competir por los cargos el 14 de mayo.
Triste, solitario y final
Tal como lo narra magistralmente en su novela Triste, solitario y final el Gordo Osvaldo Soriano, el final es final para todos. Los años pasaron para los jóvenes, para los maduros y para los viejos. El camino transitado no ha sido en vano. Cada quién estuvo donde creyó que tenía que estar.
Si nos diésemos la posibilidad de detenernos para mirar hacia atrás y revisar la senda andada, de seguro encontraremos errores y aciertos. Esto no ha sido un camino en vano, ha sido un "caminito cubierto de cardos, la mano del tiempo tu huella borró".
Gioja ha emprendido su camino a la derrota, al fracaso definitivo e irrevocable. Los resultados del 14 de mayo de este año confirmarán el contenido de esta nota, o no. Solo resta esperar.
Entonces sí, no es baladí concluir este artículo dedicándole a El Vale Todo aquel mentado tango Caminito, escrito en 1926 por Juan de Dios Filiberto: "Una sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo".
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